Keli: entonces ¿no lo vas a despedir? Se
irán mañana
Tu: am…Tal vez lo pensare, ¡listo! Ya
termine ahora…podemos ir de shopping necesito comprar algunas cosas
Keli: ¡pues vamos!
Ambas se fueron al centro comercial,
compraron un par de ropas y algunas que otras cosas. Regresaron a casa y en ese
momento te llamo Bill…
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Tu: hola mi amor –contestaste
Bill: nena paso por ti en 10 min. ¿ok?
Tu: ok te espero –cortaste
Keli: y ya te vas
Tu: siii
Pasaron los diez minutos y Bill llego, tú
la esperabas en la puerta con una maleta.
Bill: hola –te dijo depositando un beso tierno sobre tu
cabeza, luego saludo a Keli con otro hola y….
Keli: hola Bill –saludo con una sonrisa
Bill: ¿lista para irnos? –te pregunto
Tu: siempre –contestaste con una sonrisa
Bill: ok te ayudo –tomo tu maleta y la
subió al auto, después te abrió la puerta del copiloto en el cual subiste.
Keli: me la cuidas bien ¿eh?
Bill: lo hare, adiós
Keli: adiós
Tu solo le diste un adiós a Keli con la
mano y con una sonrisa emocionada ella te imito.
Al cabo de veinte minutos llegaron. Bill
abrió la puerta de la casa con llave mientras tú esperabas ansiosa. La puerta
se abrió Bill entro pero evito que tu aun entraras
Bill: a ver espera espera, espératee
Tu: ¡porque! –dices sonriendo parada en
el marco de la puerta
Bill: espera un momento –hizo entrar tu maleta– nada más dos segundos dos segundos
Guardo las llaves sobre una mesita cerca
luego se acercó a ti para cargarte entre sus brazos
Bill: asi
Tu: ¡qué haces! –ríes
Bill: esta es la entrada que usted se
merece señorita, igual que en las películas
Tu: ¿así? ¿y Por qué?
Bill: por nuestro reencuentro
Tu: estás loco
Bill: por ti –te dio un beso en los labios
Tu: hay
–también le diste pequeños besos cortos mientras le decías– te adoro, te quiero, te amo
Bill: y yo a ti –sonrieron entre si luego te bajo al suelo
Tu: wwooww ¿la redecoraste?
Bill: si ¿te gusta?
Tu: esta hermoso
Mirabas por todos los rincones. Lucia
distinta a comparación de la primera vez en que la vieron. Entraste a la
cocina, ésta también estaba completa: la estufa, el refrigerador, la lacena
llena, frutas para comer y muchos artefactos más.
Mirabas sorprendida todo mientras Bill
no dejaba de admirar tus expresiones. Tú lo miraste de perfil indicándolo con
el dedo índice y….
Tu: me imagino que tú cocinaras porque a
mí no me gusta hacer eso, serás el amo de la casa
Bill: ¡¿Qué?!
Tu: (reías mientras te acercabas)– es broma
–le cosquillaste el ombligo
Bill: ¿así? Pues por tus bromas veras lo
que hago –te cargo tomándote de tus
piernas
Tu: ¡hay! –Reías– ¡qué vas hacer!
Bill: ya lo veras
Tu: ¡no! bájame bájame bájame
Decías mientras él te daba vueltas
gritando divertido.
Tu: ¡no hagas eso! ¡Bájame!
Gritabas al sentirte mareada. Pronto te
llevo hacia la recamara allí te tiro y él encima de ti comenzado hacerte
cosquillas, tú le pedias a que se detuviera pero él ni caso.
Tu: ¡hay ya!!
Bill: bueno está bien, te dejare en paz –ambos brazos los coloco a los costados de tus
hombros y tu colocaste tus manos sobre su pecho
Tu: no sé porque te gusta hacerme
cosquillas
Bill: pues porque me gusta como ríes
Tu: a ti te gusta todo, ¿dime qué es lo
que no te gusta de mí?
Bill: ¿lo que no me gusta….? A ver…
Mientras lo pensaba tú lo mirabas
curiosa con una sonrisa
Bill: umm….no, no hay nada que no me
guste de ti, te amo como eres –con sus
dedos jugaba con tus cabellos
Tu: estas mintiendo, yo sé que cosa es
lo que no te gusta de mi
Bill: ¿y qué es?
Tu: ¿te gusta mi cabello?
Bill: si
Tu: pues a mí no y me la cortare
Bill: ¿Por qué? Si está bien como esta
Tu: (ríes)- ¿lo ves? Si me lo corto habrá una cosa que no
te guste
Bill: no es cierto, solo te amo y ya,
serás la misma y te seguiré amando igual si te lo cortas, y no solo por eso voy
a dejar de quererte
Tu: ok, pues….ahora quiero que me digas
¿Qué es lo que más te gusta de mí?
Bill: imposible me gustas completamente
Tu: dime uno
Bill: ¿Por qué?
Tu: porfitas
Bill: (rio)
Tu: es enserio –lo dijiste seria
Bill: tus labios
Tu: lo sospeche desde un principio –ambos rieron
Por un momento Bill se quedó
contemplándote, admiraba tus ojos, luego bajaba a tus labios, luego a tus ojos.
Tu: ¡que!! –dices en voz alta al ver que
guardo silencio y solo se limitaba a contemplarte.
Bill: (tn)…. –contesto tímido
Tu: wwoww ¿también redecoraste la
recamara? –interrumpes zafándote de sus
brazos y él simplemente se quedó viéndote desilusionado. Te levantaste y viste
el cuarto entero.
Bill: eh si –poniéndose de pie
Tu: morado, me gusta el color
Bill: por eso lo pedí así –mientras se acercaba al ventanal
Tu: eres tan lindo
Bill: ven ¿quieres mirar algo hermoso?
Tu: que –dices acercándote
Bill: ¡ta ran! –jalo las cuerdas de la
cortina y ésta se abrió dejándose ver una ventana enorme que tenía la vista al
mar.
Las estrellas hacían de las suyas en el
cielo.
Y las luces de éstas se reflejaban sobre
el océano
Tu: Bill es hermoso
Bill: como tú –te abrazo por la espalda– ¿sabes? cuando….estuviste lejos de mi….solo
esas estrellas me hacían compañía…cuando me sentía solo y los malos
pensamientos me perseguían, me acercaba a ellas, y ellas me decían que todo
estaría bien….que toda historia tenía un final feliz, pero…cuando me dijeron
que tú ya no estabas en este mundo, me enoje mucho…sentí coraje ¿Por qué
tuvieron que mentirme? No me contestaban. Simplemente continuaban brillando
para mí, diciéndome que crea en ellas y mira…ellas tenían la razón, que ahora
estoy contigo y soy feliz por tenerte aquí.
Tú te volteaste y lo viste a la cara
Tu: yo también soy feliz –dijiste colocando una mano sobre su mejilla.
Después tomaste su mano izquierda con suavidad
llevándolo a la altura de tu pecho
Tu: y ahora…quiero que ellas sepan lo
felices que somos, Bill, quiero ser tuya por siempre…..completamente –terminase de decirlo un tanto tímida.
Bill: mi amor –puso una sonrisa muy tierna.
Cubrió tu mano con las suyas y deposito
un beso en ella.
Bill: ¿estas segura?
Tu: si
Te tomo del rostro con ambas manos
mientras susurraba
Bill: te amo
Tu: yo también te amo
Y ambos se unieron en un tierno y enorme beso. Luego él bajo besando tu cuello mientras sus manos pasaban por tu espalda. Tú te mantenías con los ojos cerrados sintiendo sus besos húmedos sobre tu piel.
Después regreso a besar tus labios, su
lengua jugaba con la tuya. En cuanto los segundos avanzaban en el ambiente se
iba formando un aire de pasión. Tú colocaste una de tus manos sobre su cuello, hacías
suaves masajes por su cabeza, luego subiste la otra rodeándolo así con ésta.
Él introdujo su mano dentro de tu blusa.
Lo subía despacio y con delicadeza, tú alzaste tus manos. Al cabo de pocos
segundos logro quitarte. Quedaste en bra. Él besaba tu mejilla bajando hasta tu
cuello y tu escote.
Ahora era tu turno. Subiste su playera y
él se dejó quitar. No dejaba de besarte y acariciar con sus manos tu espalda y
tus hombros, pero los tirantes del bra lo molestaban. Con delicadeza la
desabrocho y te desprendido de ésta. Sentir tus pechos desnudos sobre su piel
lo estremecía.
Tú comenzaste a quitar su cinturón. Te mordiste el
labio al hacerlo. Mientras él depositaba pequeños besos húmedos sobre tu
hombro. Pronto ya lo tenías solo en bóxer y el pantalón por el piso. Bill te
llevo hacia la cama con sumo cuidado. En ésta situación también era todo un
caballero. El mismo chico tierno el que sabía protegerte y trataba como una
princesa.
Te recostó evitando dejarte caer. Estaba encima
tuyo sin dejar de besarte, lo hacía con mucha pasión y dulzura. De tu boca bajo
hasta tus pechos. Su mano acariciaba tu cintura. Tú disfrutabas esa sensación
de estremecimiento al sentir el contacto de sus labios sobre tus senos a la
vez que tu corazón latía más rápido.
Te quitaba el pantalón, tú estabas nerviosa pero
feliz. Era lo que querías y lo amabas ¿Por qué no hacerlo? Pronto ya te podía ver semidesnuda, solo
faltaban tus pantaletas. Pero antes admiraba tanta belleza en ti que comenzó a
besar cada centímetro de tu piel y sus manos recorrían tu cuerpo entero.
Después te quito las pantaletas y tú se la quitaste
el bóxer, ambos ya desnudos, él encima de ti podían sentir como el calor de
ambos los recorría el cuerpo entero, el ritmo de sus corazones aumentaba la
velocidad y sus respiraciones eran agitadas. Ahora tú sentías las infinitas e
inexplicables sensaciones por todo tu cuerpo. Tu parte intima se humedecía.
En ese momento, las caricias, los besos, las
miradas, las palabras, al sentir el contacto de sus cuerpos desnudos rosándose
el uno al otro; la excitación iba subiendo.
Bill: (tn) –decía con la respiración agitada y
rosando su boca sobre tu nariz –¿sabes
que te amo?
Tu: lo se
Bill: ¿y también sabes…que quiero vivir contigo por
el resto de mis días?
Tu: lo se lo se mi amor –respondes buscando su boca para besarlo él
te correspondió, sus besos eran más placenteros y apasionados.
Sin pensarlo más comenzó a penetrarte, en forma
lenta y suave coloco su miembro dentro de tu vagina, temías a que te doliera
pero no sentiste nada pues él actuó con sumo cuidado evitando lastimarte. Una
vez que lo sentiste dentro de ti pudiste sentir como unas cosquillas internas
recorrían todo tu cuerpo con una pequeña descarga eléctrica, cada vez más iba subiendo la temperatura y te
sentías tocar las estrellas.
Bill podía sentirse volar y tocar el cielo. Sentía
esa sensación inexplicable de placer, en el que solo quería estar ahí contigo,
y el mundo ya no existía solo ese momento dentro de ti.
Tu sentías como su cuerpo comenzaba a moverse más
rápido, el entrar y salir de ti te hacia gemir. Mientras él disfrutaba oírte.
Lo hicieron por un momento más hasta llegar al clímax total, se sentían
cansados. Bill beso tu frente en señal de satisfacción y placer, sentía como tú
ahora le pertenecías del alguno u otra forma, solo para él. Se recostó a tu
costado y tú lo abrazaste, él te correspondió.
Bill: te amo –te susurro
Tu solo sonreíste, eras la mujer más feliz y ambos
se quedaron dormidos.